El cuidado del agua empieza desde casa

7 abril 2020

El antropólogo Loran Eisely decía “si hay magia en este planeta, está contenida en el agua”  ¿Y es que quién no ama, por ejemplo, disfrutar de unas vacaciones frente al mar, contemplar sus olas, sonido y la tranquilad?¿O el sonido del río bajando entre las montañas, ver los peces nadar en aguas cristalinas y refrescarse en medio de la naturaleza? ¿O escuchar la sinfonía de la lluvia? Tantos momentos maravillosos en los que el agua es protagonista.

Sin embargo, cada año acaban en el océano alrededor de ocho millones de toneladas de plástico, un material que puede tardar siglos en desaparecer. Si a esto le sumamos los dos millones de toneladas diarias de aguas residuales provenientes de todas las actividades industriales y domésticas en general, como pasa en la actualidad, nuestro panorama empieza a cambiar. 

Te has preguntado alguna vez ¿a dónde van las aguas que salen de los desagües? Esas tuberías que ves en tu cocina, baños y demás se conectan finalmente con el río, el cual, a su vez, desemboca en el mar. Se estima que más del 30% de las aguas que llegan a estos ecosistemas acuáticos proceden de actividades domésticas; hablamos de aguas que contienen detergentes, grasas, aceites, materia orgánica, líquido para pisos, champú, pastas de dientes, sustancias químicas, entre otras. 

Como sabrás, el agua que consumimos en nuestros hogares proviene de páramos, lagos, ríos y quebradas, que pasan por varios tratamientos para poderse consumir, claro está, quienes contamos con esa fortuna; aún en el mundo hay más de 844 millones de personas que carecen de agua potable, lo que lleva a esta población a consumir agua en condiciones inseguras, provocando según la OMS más de 502.000 muertes por diarrea al año (más de 340.000 son niños entre los 0 y 5 años). Como dijo el Doctor Nicolás Wertheimer “el agua puede ser fuente de vida o de muerte, todo depende cómo la consumamos”, de ahí la importancia de su cuidado y protección.

Los desafíos que enfrentamos hoy como humanidad son muchos y si hablamos de agua aún queda mucho camino por recorrer, sin embargo, lo más importante es que desde tu casa puedes iniciar con grandes transformaciones, ¿sabes cómo? Pero, primero, ¿quieres hacerlo y ser parte del cambio?.

Si las respuestas son sí, aquí te mostraremos cómo desde tu hogar puedes sumarte con acciones sencillas para evitar la contaminación de un recurso tan valioso y tan escaso como el agua.

¡Toma nota!

  1. No viertas el aceite de la sartén y de los enlatados por el desagüe (1 litro de aceite puede contaminar hasta 10 mil litros de agua).
  2. Utiliza las dosis mínimas de detergente, ya que es muy agresivo con el medio ambiente. No te excedas en su uso y lee su modo de empleo para utilizar la cantidad justa.
  3.  Elige productos de limpieza para la ropa o para las superficies que sean biodegradables o que contengan zeolitas. La zeolita es una buena alternativa a los fosfatos.
  4. Lava las frutas y verduras en recipientes en vez de hacerlo con el grifo abierto. El agua del recipiente se puede utilizar para regar las plantas de casa.
  5. Utiliza productos naturales en la higiene personal. Verifica que sus componentes no proceden de la industria petroquímica ni tengan colorantes o sustancias nocivas.
  6. Recuerda que en promedio gastamos 50 litros de agua por minuto cuando lavamos platos; en cada descarga del sanitario se consumen entre 8 y 13 litros de agua y por cada 5 minutos en la ducha gastamos entre 90 y 190 litros de agua. Así que ahorrarla también es una estrategia contra la contaminación.
  7. Por el desagüe, nada de residuos sólidos como restos de comida, colillas, empaques, chicle, etc. Para evitarlo, además de ser consciente de ello, utiliza las pequeñas rejillas que evitan su paso.
  8. ¡Ten cuidado con las pilas! Una pila común puede contaminar hasta 3.000 litros de agua y pueden tardar en degradarse entre 500 y 1.000 años. El mercurio, contenido en casi todas las pilas (aparte de arsénico, zinc, plomo, cromo o cadmio), es uno de los metales más tóxicos conocidos. Al entrar en contacto con el agua se origina el metilmercurio, un derivado que contamina gravemente la biósfera marina.

Para finalizar, no olvides la famosa frase de Jacques Y. Cousteau “olvidamos que el ciclo del agua y el ciclo de la vida son uno mismo».  Así que súmate por el agua y participa del Reto 2020: #CicloSiete, además de aportar al cuidado del recurso hídrico, puedes ganar mil dólares. Conoce más detalles aquí: https://ciclosiete.com/noticias/semana-por-la-sostenibilidad-ciclo-siete/

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