7 realidades de la Amazonía que puedes ayudar a cambiar hoy

24 marzo 2021

¡Es posible ayudar a la Amazonía! Es el bosque tropical más extenso del mundo y en ningún otro lugar en el mundo, hay tantas especies animales y vegetales; ni siquiera en las selvas tropicales de Asia o de África. De hecho, la región amazónica tiene más especies por kilómetro cuadrado que toda Europa.

La selva tropical de la Amazonía se extiende a lo largo de 7,4 millones de km² y representa el 5% de la tierra y casi el 25% de Suramérica. El 60% se ubica en Brasil y el resto en Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Surinam y la Guyana francesa. 

Además, abastece de humedad a toda la región, modera las épocas de lluvias y sequías y, de esta forma, impacta la producción agrícola y la seguridad alimentaria. 

Son varias las realidades ambientales, sociales y culturales que el pulmón del mundo atraviesa en este momento y en las que, desde las ciudades y a través de pequeñas acciones, podemos ayudar a la protección de la Amazonía. Algunas de ellas son:

1. Deforestación 

La Amazonía produce más del 20% del oxígeno de la tierra y junto a las selvas tropicales, almacena entre 90 y 140 mil millones de toneladas de carbono que aportan a la estabilización del clima mundial; además representa el 10% de la biodiversidad del mundo y el 53% de bosques tropicales. 

Pese a que se calcula que en toda la Amazonía hay más de 390.000 millones de árboles, los incendios y la tala indiscriminada producen bosques deforestados. 

2. Incendios

Los incendios en la Amazonía, espontáneos o inducidos por el hombre, están muy relacionados con procesos de deforestación: la tala de árboles altera los ciclos hídricos naturales, las lluvias disminuyen y el suelo se hace más seco.

Además, las hojas y ramas que quedan después de una tala pueden ser combustible para las llamas, acelerando su extensión. 

3. Sequías

Adicional a los suelos infértiles, las sequías también constituyen un problema para el balance ambiental de la Amazonía, en donde cada cinco años se presentan períodos de sequía severa, seguidos de precipitaciones muy intensas que afectan los afluentes de los ríos y la liberación de millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.

4. Suelos infértiles

Paradójicamente, a pesar de contar con una vegetación exuberante y muy rica en nutrientes; el suelo de la selva de la Amazonía es pobre e infértil debido a que la mayor parte de los mismos, son absorbidos por las plantas antes de llegar al suelo; de modo que no queda prácticamente nada para el suelo, ni siquiera lo suficiente para formar una capa fértil de humus.

5. Sobrepesca 

La Amazonía es considerada la reserva de agua más grande del planeta. Los 6.500 kilómetros del río Amazonas que se extienden a través de Brasil, Colombia y Perú, proporcionan alrededor del 15% del total de agua dulce del planeta y más especies de peces que cualquier otro sistema fluvial.

A pesar del deterioro y sobreexplotación que han sufrido los ríos amazónicos, según datos de la OTCA (Organización del Tratado de Cooperación Amazónica); sus aguas albergan más de 2.500 especies de peces. 

Sin embargo, la captura de estos sin haberse reproducido al menos una vez, la diferencia en la normatividad y regulación para la preservación de los peces viajeros entre países y la modificación de sus ecosistemas debido a actividades como la minería, la construcción de represas y la deforestación han impactado negativamente la pesca en el Amazonas.

6. Minería ilegal 

La explotación de recursos naturales a través de la minería ilegal de recursos maderables, oro y otros, causa efectos devastadores en la Amazonía debido al uso de equipos de extracción que acaban con los bosques y del mercurio que genera problemas en la salud de las poblaciones indígenas locales, a la vez que contamina los ríos, afecta a los peces y es dañino para el ambiente.

Adicionalmente, la minería ilegal trae consigo violaciones a los derechos humanos como la expulsión de los pueblos indígenas de su propio territorio, que amenaza su vida y legado cultural.

7. Pérdida de la biodiversidad 

¿Cuánta biodiversidad existe en la Amazonía? ¡Toda la que es posible imaginar! Tanta, que de acuerdo con un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza WWF; en la Amazonía se descubre en promedio una especie nueva cada tres días y en una sola hectárea es posible identificar hasta 450 especies de árboles. 

Además, la Amazonía reúne cerca de 30.000 especies de plantas, 2,5 millones de especies de insectos, más de 1.500 especies de aves, 550 especies de reptiles y 500 especies de mamíferos. Asimismo, en este vasto territorio viven 34 millones de personas, de las cuales tres millones son indígenas de 420 tribus, que hablan 86 lenguas y 650 dialectos originarios.

¿Cómo puedo ayudar a la Amazonía hoy?

Hay varias formas de ayudar a la Amazonía y de contribuir en los diferentes desafíos ambientales, sociales y culturales que esta importante región del mundo atraviesa. Desde las ciudades y a través de pequeñas acciones podemos sumar para la preservación del pulmón del mundo. Algunas ideas pueden ser:

– Hacer parte de comunidades que trabajen por el desarrollo sostenible y la conservación ambiental. La Comunidad Ciclo Siete es una de ellas. 

– Educarse y sensibilizar a tu entorno, por ejemplo, a través de tus redes sociales.

– Acceder a productos y servicios que brinden oportunidades laborales y económicas a las diferentes comunidades y a sus territorios. El turismo sostenible es una buena opción.

Conservar la biodiversidad de la Amazonía garantiza la sostenibilidad de innumerables formas de vida. Es nuestra responsabilidad la conservación de recursos vitales como el agua, el aire y el alimento y la protección de un patrimonio y acervo cultural invaluable.

¿Quieres apoyar a la Amazonía? Conoce algunas organizaciones que están actuando por la conservación de la biodiversidad y las tradiciones culturales en nuestra sección #SúmatePorLaAmazonía

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