Cuando vas a comprar una camisa, ¿qué es lo primero en lo que te fijas? ¿en la marca? ¿su precio?¿el letrero “promoción”? ¿en el origen del producto? Pues bien, es momento de pensar que esa camisa, exportada, bonita y barata, puede incluir un gran costo para el planeta y tú juegas un papel fundamental para apoyar soluciones que disminuyan los impactos negativos de esta industria por medio de la moda sostenible.

¿Qué es la moda sostenible?

La moda sostenible busca que las personas tomen consciencia sobre la producción de ropa y un consumo responsable partiendo de los siguientes criterios:

• Prendas amigables con el medio ambiente: pretende que tanto en la producción como en la fabricación de la ropa, se procure cuidar los recursos naturales; reducir la huella de carbono y manejar materiales orgánicos, naturales que causen el menor impacto ecológico.
  Socialmente responsable: busca que los trabajadores de esta industria tengan condiciones laborales óptimas y justas. Y, de igual manera, implementa sistemas sostenibles en toda su cadena.
• Promueve la economía circular: permite la trazabilidad de las prendas, permitiendo que las personas sepa quién, dónde y las condiciones de las personas que hicieron la ropa. Además, usa materiales biodegradables, promueve el futuro reciclaje de las prendas y el uso de ropa de segunda mano, con lo cual se evita nueva producción y así el consumo de nuevos recursos naturales.
• La moda sostenible busca que las prendas duren en el tiempo, por eso también es conocida como Slow Fashion, (término acuñado en 2007 por Kate Fletcher, profesora de Sostenibilidad, Diseño y Moda en el ‘Centre for Sustainable Fashion’ en Londres). A diferencia de lo que busca el Fast Fashion, la cual con su bajo precio, promueve el consumo y la economía lineal: usar y tirar.
  Por esta misma razón, la moda sostenible puede salir más costosa debido a los materiales que usa, ya que son más difíciles de obtener. Además, tampoco se beneficia de una explotación de una obra de mano barata.

Orígenes e importancia

Los primeras preocupaciones por el impacto de la moda tiene quizás origen en el movimiento hippie, que buscaba un estilo de vida más conectado con la naturaleza y el uso de ropa usada; así surgieron de manera masiva las tiendas de segunda mano.

Los británicos fueron pioneros en estas tendencias. Desde el 2000 toma auge la moda sostenible y ha venido en crecimiento, tanto así que en 2015 un estudio de Nielsen aseguró que un 66% de la población millenial mundial se muestra dispuesta a comprar piezas con la etiqueta sostenible a pesar de tener que pagar más.

Según el artículo “Moda sostenible: el futuro se viste de forma ética”, en los países nórdicos y Alemania se estima que el 40% del mercado ya es sostenible. De igual manera, marcas con distribución mundial como H&M han anunciado que todas sus materias serán sostenibles en 2025. Hoy en día incluso hay encuentros y pasarela exclusivos para la moda sostenible como el Eco Fashion Week Australia o el Sustainable Fashion Week Madrid, que promueven talentos que han apostado a esta tendencia de cuidar el planeta por medio de la moda.

Acontecimientos como la muerte de más de 1.100 personas en Bangladesh al derrumbarse el edificio que no contaba con las medidas básicas de seguridad y en el que trabajaban para la producción prendas de manera industrial fue un detonante que impulsó la moda sostenible, que se preocupa por las condiciones laborales de este gremio. Según la ONU, la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, y es que las cifras de sus impactos son algo que dejan serias reflexiones. Te invitamos a ver esta infografía con algunas de sus cifras.

¿Cómo puedes contribuir a una moda sostenible?

Empecemos por algo: compra menos pero compra mejor. Claro, estamos en un momento en el que las crisis económica nos lleva a optimizar recursos, pero si te pones a pensar, esa camisa por la que pagas más y que posiblemente maneja telas de mejor calidad, te puede durar más años y , por ende, salir más económica a largo plazo.

Desde Ciclo Siete hemos sido testigo de cómo la creatividad y la innovación siempre contribuyen a la solución: algunas marcas y diseñadores han empezado por realizar diseños ecológicos; la innovación en el uso de materiales con origen ambiental y negocios como alquiler de armarios y de prendas.

En esta infografía te damos algunas ideas para contribuir a la moda sostenible.

Palabras relacionadas con la moda sostenible:

Fairtrade: (comercio justo), es una herramienta que apoya los ODS y busca una sociedad más sostenible, por medio de un sistema de certificación de productos que contemplan aspectos sociales, económicos y ambientales de la producción. En este caso de las prendas de vestir, adquiriendo certificados según los Estándares Fairtrade para Productores y Comerciantes.

Upcycling: confeccionar prendas a partir de otras ya existentes, con los residuos y otros materiales para crear algo nuevo, que le agrega valor al usarse nuevamente.

Fast fashion: la “moda de consumo rápido” se caracteriza por la gran producción de bienes textiles y su reemplazo, de forma rápida y de bajo precio para el consumidor, que incentiva el consumo, sin medir los impactos sociales y ambientales. «El fast fashion o moda rápida se impuso gracias a productos low cost, de usar y tirar».

köpskam: “la vergüenza de comprar” es un fenómeno que surge en países con alta consciencia medioambiental como Suecia. Busca reducir la compra de ropa por el impacto climático y por la irresponsabilidad ecológica que supone estar a la moda.

 

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