7 formas de contribuir a un mundo más sostenible sin invertir ni un peso

15 abril 2021

La sostenibilidad hace referencia a la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer las suyas, o sea, sin poner en peligro los recursos del mañana y garantizando el equilibrio entre protección del ambiente, desarrollo social y crecimiento económico. ¿Pero cómo contribuir a un mundo más sostenible desde pequeñas acciones en nuestra cotidianidad? ¡Te damos algunas ideas.

El consumo responsable 

La forma en la que nos alimentamos tiene mucho que ver con lo que pasa en la Amazonia, la expansión del cultivo de soya en la Amazonía Brasilera por ejemplo, se debe en gran medida a la demanda internacional de materias primas que la ganadería industrial necesita para alimentar pollos, cerdos y vacas que forman parte de nuestra dieta. 

Adoptar estilos de vida sostenibles, evitando el consumo innecesario, reduciendo y reutilizando todos los recursos posibles y estimulando el comercio justo de producción local, son algunas de las formas de cuidar, proteger y preservar el planeta.

La economía circular

La transición a una economía circular, en la que el valor de los recursos, materiales y productos se mantenga durante el mayor tiempo posible y minimice la generación de residuos también es clave, esto puede impulsar el desarrollo de una economía más sostenible y eficiente en recursos.

La práctica emergente de crear u obtener productos utilizables y valiosos a partir de lo que anteriormente se consideraba como residuos supone un enfoque que deja de lado el pensamiento tradicional de una economía lineal que consiste en extraer, producir y descartar.

El cuidado activo de los espacios verdes urbanos

Un espacio verde urbano es un terreno delimitado en el que hay vegetación y se encuentran dentro de una ciudad o una aglomeración urbana. 

Las zonas verdes de las ciudades son verdaderos pulmones que contribuyen a la reducción de la contaminación del aire. Los parques y jardines forman pequeños oasis en medio del asfalto que regulan la temperatura y la humedad del ambiente a la vez que ofrecen un ecosistema urbano que ayuda a la conservación de la biodiversidad.

Además, el contacto con los espacios verdes en nuestro entorno, nos sensibiliza y hace mucho más conscientes del cuidado del ambiente y del privilegio del que gozamos al pasear a nuestra mascota, practicar un deporte al aire libre o simplemente caminar para cambiar de aire.

La educación ambiental y la pedagogía entre nuestros grupos primarios 

La información es clave al momento de educarse en una conciencia ambiental. Esta se puede explicar como el entendimiento del ser humano, de su impacto sobre el ambiente y sus recursos naturales. Tiene como objetivo un compromiso con acciones y prácticas que promuevan un desarrollo orientado a la solución de los problemas ambientales que enfrentamos en la actualidad.

Así mismo, compartir esta información entre nuestros grupos primarios (familia, compañeros de trabajo y amigos), por ejemplo, a través de la difusión de contenidos verdes, es una manera activa de generar conciencia ambiental en los otros. Nos permite darnos cuenta de que cada acción que realizamos en nuestra vida tiene una repercusión en el ambiente. 

Para contribuir a un mundo más sostenible debemos generar conciencia global que permita comprender que vivimos en un planeta interconectado y que nuestras acciones afectan el futuro de los demás.

La movilidad urbana sostenible 

Optar por transportes como carros, motos, bicicletas o patinetas eléctricas, o que usen energías renovables es una gran contribución ambiental.

Además, prácticas como movilizarse a pie, compartir tu vehículo con otras personas en tus desplazamientos y usar el transporte público son otras formas de darle un respiro al planeta. 

El turismo ecológico, sostenible y comunitario

Recientemente el turismo ha avanzado como una nueva forma de dinamizar la economía convirtiendo muchos territorios antes impenetrables en parajes inolvidables en los que la naturaleza, la aventura y las comunidades son algunos de sus principales atractivos.

La Amazonía por ejemplo, ofrece excursiones de todo tipo y para cualquier clase de viajero. Es el lugar ideal para el turismo ecológico y la práctica de deportes de aventura, en donde es posible escalar árboles de dimensiones inimaginables, practicar canopy o embarcarse en una travesía fluvial hasta los lugares más remotos del corazón de la selva.

Viajar para descubrirla no solo es una experiencia natural para toda la vida, si no una oportunidad para adquirir una mayor conciencia del cuidado del territorio, del uso adecuado de los recursos naturales y del papel del turismo como eje dinamizador del desarrollo comunitario.

Y por último, pero no menos importante; la participación activa en comunidades que trabajen por el desarrollo sostenible y la conservación ambiental como Ciclo Siete, por eso ¡Súmate!

¿Quieres apoyar a la Amazonía? Conoce algunas organizaciones que están actuando por la conservación de esta región en nuestra sección #SúmatePorLaAmazonía

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